lunes, 5 de enero de 2015

Invernada de aves en campos de golf, refugio seguro



Con la llegada del invierno, muchas de las aves que habitan las zonas más septentrionales durante la época estival para la reproducción, ya han hecho el camino hacia el sur buscando latitudes más cálidas en las que pasar estos duros meses.

Las dificultades que encuentran en los países del norte de Europa para encontrar alimento, unido a las bajas temperaturas, falta de luz y las duras condiciones meteorológicas, en algunos casos extremas, hacen que a finales del periodo veraniego (típicamente septiembre es el mes elegido para las grandes migraciones, aunque se prolonga desde principios de agosto hasta mitad de octubre) las aves emprendan el camino hacia el sur.

Ya desde mitad de octubre se empiezan a ver las primeras especies invernantes en nuestros campos, que en muchos casos coinciden con los últimos migradores tardíos. Los días más cortos y las temperaturas en descenso generan un ambiente propicio para que podamos encontrar las primeras lavanderas blancas (Motacilla alba) que disfrutan de la tranquilidad de los campos de la Península, y en especial en los campos de golf donde existen muchas posibilidades para alimentarse, descansar y refugiarse de las inclemencias meteorológicas. Otras especies que van llegando poco a poco procedentes del norte y centro Europa son las avefrías (Vanellus vanellus) de vuelo elegante y pausado y colores llamativos aún fuera de la época reproductora, los ratoneros (Buteo buteo) que sustituyen a las rapaces más habituales que habitan nuestros territorios el resto del año, las grullas comunes (Grus grus), que con su vuelo característico en “v” y su trompeteo musical las hace fácilmente identificables, o las águilas pescadoras  (Pandion haliaetus) invernantes, que llegan para convivir durante unos meses con las poblaciones residentes establecidas en el sur de Andalucía (Marismas del Odiel, embalses de Guadalcacín, Barbate y Bahía de Cádiz, principalmente). Los ánsares (Anser anser) suelen elegir sobre todo el área de las marismas del Guadalquivir, con algunos ejemplares en el entorno de la Bahía de Cádiz (en el sur de la Península).

Otras menos habituales pero que se pueden encontrar según en qué zonas son los aguiluchos pálido (Circus cyaneus), los pinzones reales (Fringilla montifringilla), el tarro canelo (Tadorna ferruginea), el silbón europeo (Anas penélope), cisne cantor (Cygnus cygnus), barnacla canadiense (Branta canadensis), chorlito carambolo (Charadrius morinellus) y un largo etcétera hasta completar las 407 especies registradas en nuestro país (314 habituales) en el periodo comprendido entre el 15 de noviembre y el 15 de febrero, establecido como la época de invernada en España (SEO/Birdlife, 2012).

Por tanto existen muchos motivos para seguir atentos al vuelo de las aves incluso en invierno, para poder disfrutar de las especies habituales de esta época e incluso de las rarezas que se puedan encontrar por los campos de España.


Referencias:
  • SEO/Birdlife, 2012. Atlas de las aves en invierno en España 2007-2010. Ministerio de Agricultura, Alimentacion y Medio Ambiente-SEO/BirdLife. Madrid.